La reforma energética española en clave industrial.
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ACOGEN (Asociación Española de Cogeneración) solicita al Gobierno que implemente el programa de cinco medidas urgentes que le propusieron los cogeneradores y la industria asociada
Las industrias que invirtieron para poder cogenerar esperan que la anunciada reforma energética conduzca a retomar la senda de la rentabilidad razonable y la certidumbre jurídica, fundamental para que se mantenga la contribución de la cogeneración a la competitividad de gran parte de nuestro tejido industrial español. Así lo asegura la Asociación Española de Cogeneración (Acogen), en su último comunicado.
Las industrias que cogeneran son empresas eficientes y responsables que suponen entre el 15 y 20% del PIB industrial (25.000 millones de euros) y emplean un cuarto de millón de trabajadores en todas las regiones del país. Pertenecen a sectores manufactureros básicos de la economía real como alimentación, papel, química, refino, textil, cerámica o tableros, que son grandes exportadores. Muchas de estas empresas han logrado ya alcanzar o superar los niveles de producción industrial anteriores a la crisis.
Estas empresas intensivas en consumo energético han invertido fuertemente en la mejor tecnología disponible –la cogeneración- para ganar en competitividad, demostrando su compromiso con la excelencia tecnológica, la eficiencia energética y el ahorro de emisiones. Esta actividad es “pública” y “transparente”, con un funcionamiento regulado, promovido desde la Unión Europea por sus ventajas medioambientales y económicas.
Según Acogen, el nuevo marco energético deberá acometer reformas estructurales que favorezcan que la industria española sea energéticamente competitiva y la cogeneración es la mayor herramienta de eficiencia para un 40% de la industria. España no puede tener un sistema energético sostenible, sin una industria competitiva en energía.
Los cogeneradores y su industria asociada han propuesto al Ejecutivo un programa de cinco medidas que, según la Asociación, deberían implementarse con carácter de urgencia. De hacerse, se podría recuperar la rentabilidad razonable y proporcionar un marco básico con certidumbre jurídica, para que las empresas puedan invertir, producir, cogenerar y aportar competitividad a su actividad industrial asociada. Si esto no ocurre, asegura Acogen, gran parte el sector “desaparecerá” en 2015 dejando una “catastrófica situación” en la industria española.