La Guardia Civil aborta un fraude de cientos de miles de en gasóleo.
www.elperiodicodearagon.com- E.BAYONA 17/01/2012
Una banda vendía a bajo precio fuel que cargaba a tarjetas robadas en camiones. Operaban con transportistas eslavos en gasolineras de Aragón y Cataluña
Una investigación desarrollada por agentes de la Guardia Civil de Fraga y por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de Huesca ha conseguido abortar un fraude cientos de miles de euros en la venta de combustible para transportistas. Los investigadores detuvieron en la operación a seis presuntos integrantes de la banda, cuya operativa combinaba, con lucrativos resultados, varias especialidades delictivas.
La banda se dedicaba a suministrar combustible por debajo de los precios de mercado --a 70 u 80 céntimos el litro-- a transportistas procedentes de países del Este que transitaban por Aragón. Estos contactaban con el jefe de la organización, a quien le indicaban dónde se encontraban y le hacían saber que tenían que repostar sus vehículos.
El responsable de la banda le indicaba al camionero a qué estación de servicio debía dirigirse --operaban en Huesca, Zaragoza y Lérida--. Allí coincidía con otro miembro del grupo --que solía llegar más tarde, tras cerciorarse de que no había fuerzas de seguridad en la gasolinera-- a bordo de un turismo.
FALSO PATRÓN El recién llegado se hacía cargo del coste del combustible, que cargaba a una tarjeta de repostaje tras identificarse como un responsable de la empresa de transportes para la que trabajaba el camionero.
Esa tarjeta había sido previamente sustraída por otros miembros de la banda, que para hacerse con ellas asaltaban camiones estacionados en áreas de servicio. Luego las entregaban a los responsables del grupo, que eran quienes gestionaban su posterior uso en gasolineras.
Esta operativa, relativamente sencilla, reportaba elevados beneficios económicos tanto al grupo delictivo como a sus clientes.
Los primeros ingresaban entre 70 y 80 céntimos por cada litro de producto que --sin ser suyo ni pagarlo-- ponían a disposición de los transportistas, lo que podía suponer ganancias de hasta 700 y 800 euros por depósito, ya que las cisternas de los vehículos pesados tienen capacidades de en torno a un metro cúbico.
Los segundos, por su parte, se beneficiaban de una notable rebaja del precio del combustible, que casi siempre superaba un tercio del valor y que en ocasiones se acercaba a su mitad. El gasóleo de automoción se pagaba en las gasolineras aragonesas a 1,089 euros en agosto del año pasado y su cotización era hace unos días de 1,34.
El diferencial es mayor todavía frente al precio del gasóleo en países como Francia, donde suele ser entre un 10% y un 15% más caro que en España. Eso hacía más atractivos todavía los servicios de la banda para trayectos hacia centroeuropa.
La Guardia Civil practicó las detenciones a finales del pasado mes de noviembre, tras desarrollar una investigación de varios meses.