El negro panorama del refino de petróleo: caída de márgenes y cierre de plantas para 2035.
Las regulaciones contra el cambio climático y la caída de la demanda producida por el avance de tecnologías “limpias” puede recortar un 25 % la actividad de refino del petróleo crudo en 2035, según un informe publicado este jueves por el “think tank” Carbon Tracker Initiative.
El estudio, que subraya “los riesgos del sector para los inversores”, alerta de que la caída de la demanda de crudo “reduciría los márgenes en toda la industria y obligaría a cerrar a las refinerías menos rentables”.
El informe analiza cómo reaccionarían 492 refinerías, que representan el 94% de la capacidad global, a un escenario en el que los países cumplan el objetivo de limitar el calentamiento global a 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
“La senda de los 2 grados centígrados conduce hacia un pico máximo en la demanda de petróleo, seguido de una importante racionalización en la industria global de la refinería”, consideró en un comunicado el analista Andrew Grant, coautor del estudio.
“Muchos actores abandonarán el mercado”, predice Grant, para quien “los inversores deberían estar al tanto de que el riesgo de estar malgastando capital se extiende sobre todas las nuevas inversiones, incluidas expansiones o mejoras en las instalaciones actuales”.
Las predicciones del “think tank” se basan en las cifras del llamado “escenario 450” propuesto por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que presupone que los países cumplirán con los objetivos de emisiones dictados en la Cumbre de Copenhague de 2009.
En ese supuesto, la demanda de crudo comenzará a declinar en 2020 y se reducirá cerca de un 23% en los 15 años siguientes.
Esas predicciones contrastan con los pronósticos de la industria, que sin tener en cuenta la limitación del calentamiento a 2 grados centímetros espera que la demanda continúe creciendo hasta 2035.
El informe de Carbon Tracker Initiative resalta que las compañías petroleras están “subestimando de forma grave” el impacto de factores como la irrupción de los vehículos eléctricos, que pueden suponer una tercera parte del transporte por carretera en 2035.
El laboratorio de ideas recuerda que los derivados del petróleo que se utilizan como carburante -diesel, gasolina y combustible de aviación- representan el 70% de la rentabilidad de las refinerías y son, al mismo tiempo, la parte del negocio más vulnerable a las variaciones de la demanda.
El trabajo estima que las petroleras Total y Eni son las más expuestas al escenario de limitación del calentamiento global, al enfrentarse a una posible caída de entre el 70% y el 80% de sus ingresos provenientes de la refinería en 2035.
Shell y Chevron afrontan posibles recortes en ingresos de entre el 60% y el 70%, mientras que el riesgo de ExxonMobil y BP alcanza entre el 40% y el 50% de sus ingresos por esa vía, según el informe del grupo de pensamiento.
El modelo que ha utilizado Carbon Tracker Initiative predice que los márgenes por barril caerán 3,5 dólares (3 euros) en 2035, desde los 5 dólares de 2016 (4,3 euros), lo que obligará a una reducción en la industria equivalente al 25%, según el estudio.
El trabajo destaca que el 21% de las refinerías actuales trabajan por debajo de los márgenes de beneficio y alerta de que las refinerías que continúan abiertas pese a las pérdidas por motivos estratégicos exacerbarán la reducción de los márgenes.