Los activos y la producción de crudo en el mar del Norte amenazados por la caída de la inversión.
10/09/2015
Carlos Schwartz
La Autoridad del Petróleo y el Gas teme que se abandonen infraestructuras si no cambian los criterios.
En días consecutivos, la Autoridad del Petróleo y el Gas de Reino Unido y la cámara empresarial de la industria petrolera off shore, Oil & Gas UK, han destacado los serios riesgos que afectan a la producción de crudo y gas en el Mar del Norte. La oportunidad para esta sucesión de advertencias es el desarrollo esta semana de las jornadas Off Shore Europe que se desarrollan en el centro neurálgico de la industria petrolera del Mar del Norte, la ciudad de Aberdeen en Escocia. El principal ejecutivo de Oil & Gas, Deirdre Michie, afirmó que: “Esta gran industria nuestra está atravesando por un importante reto. El año pasado se gastó más que lo que se ganó de la producción, una situación que fue exacerbada por la caída continuada del precio de las materias primas.
Esto no es sostenible y los inversores se ven bajo una fuerte presión para comprometer más inversión en la región debido a las restricciones de caja. La exploración de nuevos recursos ha caído a sus niveles más bajos desde los años de 1970 y con tan pocos nuevos proyectos aprobados, se espera que la inversión de capital caiga desde los 14.800 millones de libras de 2014 a razón de entre 2.000 y 4.000 millones anuales de libras en cada uno de los próximos tres años”. Los datos oficiales no obstante muestran que en el primer semestre de este año la producción de crudo en el Mar del Norte creció un 3% por primera vez en más de quince años y los analistas esperan que se acabe el año con un leve aumento respecto de 2014.
Sin embargo este resultado se atribuye a las inversiones hechas antes de la caída del precio del crudo, en los pasados cuatro años y hasta mediados del año pasado. Este escenario no se volverá a repetir “porque aquel esfuerzo estuvo directamente vinculado a los altos precios del crudo, algo que se ha corregido de forma rápida y sin perspectivas de superarse en el corto plazo”, de acuerdo con una fuente del sector que acudió a la feria de Aberdeen. Las petroleras que operan en la región han hecho un gran esfuerzo en la reducción de costes. Esto se ha reflejado en una caída del 22% en los costes operativos. “La reducción de costes se ha logrado sobre todo con la reducción de la masa salarial.
Se han eliminado al menos 5.000 empleos directos y otros 65.000 que dependen de la industria del petróleo se han perdido de acuerdo con el informe de la cámara empresarial”, afirma la fuente. El resultado es que el coste de extraer un barril de petróleo era de 17,80 libras en 2014 y será de 15 el año que viene de acuerdo con Oil & Gas. El aumento de la producción ha sido combinación de dos factores, una menor caída de la producción en los campos en explotación y la entrada en producción del nuevo campo de Golden Eagle. Pero en dos años, advierten lo técnicos en Aberdeen, la producción en los viejos campos va a acelerar su caída porque no habrá inversión fresca.
La Autoridad del Petróleo y el Gas (OGA, por sus siglas en inglés) por su parte advirtió en un primer informe en febrero de este año la acumulación de riesgos en el Mar del Norte que podían llevar a un abandono de infraestructuras por la baja rentabilidad de la extracción de crudo. Uno de los problemas a los que apunta la OGA es que cada vez que alguna de las empresas del sector abandona su operación en un área del Mar del Norte, los operadores que quedan deben repartirse la carga de la inversión lo que crea un efecto dominó de costes de infraestructura crecientes. En meses recientes un crecido número de grandes petroleras que operan en la región han anunciado su decisión de vender activos. El mes pasado Total vendió activos en el Mar del Norte por 900 millones de dólares mientras que en julio Shell anunció que reduciría su cartera de activos en la región.
La OGA fue creada por el ministerio de Energía desgajando algunos de sus departamentos para agruparlos de forma independiente con el objetivo de colaborar de forma directa con la industria del sector. El organismo autónomo se va a financiar a través de tasas aplicadas a las empresas del sector. El papel central del organismo ha sido de momento planificar la cooperación entre empresas para repartir costes, pero sus funcionarios no pueden ocultar la preocupación por el futuro del empleo en la región y la posibilidad de que un abandono prematuro de infraestructuras derrumbe la actividad petrolera y la extracción de crudo y gas. El gas y el petróleo del Mar del Norte representan un tercio de las necesidades energéticas de Reino Unido, y supone ingresos de 39.000 millones de libras anuales si se considera a toda la cadena de valor del sector.
Por su parte, la cámara empresarial del sector señala que siempre ha sido difícil atraer inversión externa para la producción de crudo y gas en el Mar del Norte, situación que se ha agudizado con la caída de los precios del crudo entre otras cosas porque la región es una de las más costosas del mundo para la extracción de hidrocarburos. “Con los precios a la baja la dificultad de atraer nuevas inversiones se ha hecho mucho mayor”, señala un portavoz de Oil & Gas. La sequía en materia de inversión se detecta con facilidad si hace un análisis más granular de las operaciones en la región.
Los ejemplos abundan. Por ejemplo, la empresa independiente EnQuest opera en solo dos de los 12 pozos que tienen reservas probadas. Le falta capital para acometer más trabajo y el nivel de precios no justifica el endeudamiento. Las empresas independientes son las que se ocupan de explotar los pozos con producción menguante que abandonan las grandes petroleras. Pero precisamente por ello tienen mayores costes porque hay que hacer una recuperación de los recursos que han quedado en el lecho submarino. Este cuadro va a provocar otra circunstancia nueva.
Las grandes petroleras están valorando sus activos para la venta a precios que no están en línea con los precios actuales del crudo y los costes de explotación de las reservas. “Este factor va a hacer que las ventas se empantanen y las empresas se vean obligadas a continuar con la explotación de sus pozos por más tiempo del que querrían”, señala una de las fuentes consultadas que apunta: “Las petroleras que han entrado al Mar del Norte en los últimos 12 meses se han pillado los dedos y no saben como salir”.