Repsol adelanta cuatro años su objetivo de venta de activos.
www.icnr.es 28-02-2013
En poco más de un año el grupo ya ha conseguido superar sus planes. Repsol presentaba el pasado mayo su nuevo plan estratégico.
La petrolera, que apenas un mes antes encajaba el duro golpe de la expropiación de YPF por parte del Gobierno argentino, planteaba una hoja de ruta hasta 2016 que contemplaba un recorte del dividendo, la contención de las inversiones y también el objetivo de ejecutar desinversiones por valor de entre 4.000 y 4.500 millones en ese periodo. Pero ese objetivo que el grupo se marcó a cinco años vista se ha cumplido por adelantado.
La compañía presidida por Antonio Brufau cerró ayer la venta de casi todo su negocio de gas natural licuado al gigante estadounidense Shell. La petrolera español se desprende sus activos de GNL en el extranjero (con la única excepción de la infrautilizada planta de Canadá) y en España en una operación valorada en 6.700 millones de dólares (algo más de 5.000 millones de euros). Shell abonará 4.400 millones de dólares en efectivo y asumirá deuda por otros 2.250 millones de dólares. La operación dejará en la caja de Repsol unas plusvalías brutas de más de unos 2.700 millones de euros.
La venta del negocio de GNL ha costado más de lo que esperaba Repsol. La compañía puso en marcha la operación el pasado verano con el objetivo de cerrarla rápidamente. Repsol decidía acelerar su plan de desinversiones para hacer caja, reducir sus niveles de deuda, digerir el golpe de la expropiación de YPF y salvar su ráting de futuras rebajas. El bajo interés de algunos de los activos (singularmente la planta Canaport, en Canadá, que finalmente ha quedado fuera de la operación con Shell) retrasó la desinversión, en la que en los últimos meses habían mostrado interés una decena de grandes compañías energéticas mundiales.
Con el acuerdo sellado ayer con Shell, Repsol consigue superar el umbral de los 5.000 millones de euros en desinversiones en poco más de un año. El objetivo de venta de activos que se había marcado para todo un lustro, entre 2012 y 2016, queda sobrepasado con cuatro años de adelanto. Junto a la venta de los activos de GNL, la petrolera española ya consiguió el año pasado desprenderse de su negocio de gas butano en Chile por 540 millones de dólares y también de un 5% de autocartera (procedente del 10% que compró a finales de 2011 a Sacyr).
Las desinversiones ya cerradas por Repsol le permiten avanzar en su gran objetivo de sanear balance y reducir deuda. Tras la operación de ayer, la petrolera consigue reducir a la mitad su deuda neta (sin contar la vinculada a su participación en Gas Natural Fenosa) y dejarla en los 2.200 millones de euros.
El plan estratégico 2012-2016 de la compañía tiene como líneas básicas un alto crecimiento del upstream, maximizar el retorno del downstream y del gas natural licuado, solidez financiera y retribución competitiva a los accionistas. El objetivo es elevar el beneficio neto hasta los 3.000 millones, casi el doble de los 1.700 millones de 2011 (sin contabilizar la aportación que hacía la expropiada YPF).
En la práctica, se traduce en un recorte sustancial de las inversiones hasta los 19.100 millones de euros hasta 2016 (frente a los 28.500 millones que contemplaba el anterior plan 2010-2014), una rebaja de la proporción del beneficio dedicado a dividendos (pay-out) hasta una horquilla entre el 40 y el 55%, así como el programa de desinversiones.