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Los drones, los ojos del Gran Hermano en el sector energético.

Por Laura Ojea - 18/06/2016

 

En los últimos años están de constante actualidad los denominados Remotely Piloted Aircraft Systems (RPAS) o Sistemas Aéreos Remotamente Tripulados (SARP) también conocidos simplemente como drones, minidrones o microdrones, en función de sus dimensiones y peso. Estas nuevas formas de efectuar vuelos están generando multitud de utilidades desde muy diversos sectores, tanto públicos como privados, y por supuesto, también para el sector energético en el territorio español.

Hoy en día, los drones se pueden considerar como robots con una inmensa autonomía de vuelo y una gran gama de posibilidades de aplicación.

Una de ellas es para el mantenimiento de líneas eléctricas. REE considera que el uso de los SARP puede convertirse en una herramienta muy interesante para la gestión de sus instalaciones. REE gestiona en la actualidad más de 41.200 km de líneas de alta tensión y más de 5.000 posiciones en subestaciones eléctricas, lo que implica una considerable tarea de mantenimiento de instalaciones.

Las líneas y subestaciones eléctricas tienen, en general, elementos que se ubican en altura, alejados por seguridad del alcance de las personas. Las líneas eléctricas, además, son infraestructuras lineales que pueden discurrir por entornos de difícil acceso. El uso de drones como alternativa al helicóptero es una práctica ya habitual en REE para inspeccionar las líneas eléctricas y para realizar una cartografía de líneas y subestaciones.

Entre sus ventajas destaca la reducción de costes, pero solo cuando se trabaje de manera habitual, la reducción de los riesgos en el trabajo y la versatilidad, pero como incertidumbre está la fiabilidad, la capacidad y la normativa.

Auditorías energéticas en edificios

Otra de las aplicaciones interesantes es, mediante termografía infrarroja, el análisis del estado de la envolvente de los edificios para localizar posibles puente térmicos, defectos de aislamientos, humedades y muchas otras patologías de los edificios. Los drones pueden dar una información adicional muy útil si integra una cámara térmica.

Pero ¿qué puede ser de interés termografiar desde el aire? Las cubiertas, uno de los puntos débiles de todo edificio, desde el punto de vista energético, la envolvente, especialmente si es un edificio de gran altura, la escala de barrios, el efecto isla de calor, los district heating, y también todo lo relacionado con la contaminación ambiental.

Inspección de palas de aerogeneradores

En el sector eólico, uno de los componentes que más sufren son las estructuras aladas de los aerogeneradores. Están sometidas a erosiones y a fenómenos meteorológicos y su reparación es tan costosa que es necesario llevar a cabo una buena gestión. El mantenimiento productivo es esencial, detectar los problemas en las fases iniciales es el criterio más sensato.

Sustituir a personal humano por drones para la inspección supone ventajas como la eficacia, el incremento de la seguridad y la reducción de costes. La mayor proximidad a la superficie del aerogenerador, las cámaras de alta resolución y un número creciente de sensores adiciones muy específicos facilita la obtención de datos inigualables por ningún otro medio.

Los inconvenientes a los que se tienen que enfrentar estos pequeños aviones no tripulados son los vientos de cierta intensidad y las turbulencias, pero el aspecto más determinante es el económico. Plantear la aplicación de aeronaves es muy costosa y muchas veces fuera del mercado, ya que la situación de estrecheces económicas que vive el sector eólico hace que las empresas no puedan permitirse mucho margen de inversión.

Drones para la distribución eléctrica

Para que el consumidor final pueda encender la luz de su casa, es necesario que la infraestructura eléctrica extendida por todo el país funcione correctamente y por eso, es sometida a actuaciones recurrentes de mantenimiento preventivo y productivo. Durante los últimos años, las inspecciones de las líneas eléctricas se realizan con un helicóptero para la captura de la información, aunque para las subesetaciones es suficiente con personal capacitado.

El uso de drones da la posibilidad de mejorar los métodos de trabajo actuales. La flexibilidad y rapidez de operación los hacen especialmente interesantes en el sector de la distribución eléctrica. Además, permitirá en el futuro ejecutar actividades hasta ahora imposibles de realizar.

Son muy interesantes las posibilidades que se abren en el uso de estos aparatos como establecer una ruta predeterminada mediante GPS que se pueda realizar de forma autónoma para realizar mediciones periódicas independientemente de la disponibilidad de trabajadores, o las inspecciones de emergencia tras efectos meteorológicos severos, en los que la rapidez se convierte en la componente de actuación más importante.

En definitiva, es un sector en rápida evolución por el negocio que se presenta y las empresas están invirtiendo grandes cantidades en I+D.

Fuente: Los Drones y sus aplicaciones a la ingeniería civil. Madrid 2015. Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid.

elperiodicodelaenergia.com

Categoría: Electricidad