Efeverde
El mercado de estos combustibles creció en 2015 en España y alcanzó casi 1,5 millones de metros cúbicos anuales.
Ecologistas en Acción ha instado a la Comisión Europea a abandonar "de una vez por todas" la apuesta por los agrocombustibles de cara a la definición de la política sobre energías renovables para el periodo 2021-2030, por considerar que no contribuye a la reducción de emisiones.
Así lo ha expuesto hoy el coordinador de la campaña de bioenergía de la organización ecologista, Abel Esteban, durante la presentación en Madrid del estudio ‘El mercado español de agrocombustibles”.
Este trabajo señala que si se contabilizan las emisiones por los cambios de uso de la tierra de los agrocombustibles de primera generación, “no se obtiene ningún ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los combustibles fósiles a los que sustituyen”.
La ONG ecologista ha indicado que esta conclusión coincide con el informe “Globiom”, hecho público por la Unión Europea en marzo pasado, y analizado por la red europea de “Transporte y Medio Ambiente” sobre las consecuencias de la actual política europea en materia de biocarburantes a partir de 2020.
Incluso después de la reforma de la Directiva Europea de Renovables, que reduce el porcentaje de agrocombustibles fabricados a partir de cultivos, se prevé que las emisiones del transporte europeo aumenten un 4% para 2020, debido exclusivamente al impacto de los agrocombustibles, detallan.
Ventas de agrodiesel a partir de palma y soja
El mercado de estos combustibles creció en 2015 en España y alcanzó casi 1,5 millones de metros cúbicos anuales.
Los ecologistas han indicado que el agrodiesel, producido a partir de aceite de palma y soja, supone más del 85% del consumido en España, y que detrás “hay una gran cantidad de intereses que aprietan para que se siga fomentando su consumo vía políticas públicas, más no vía competitividad”.
En opinión de esta entidad ecologista se ha producido una “burbuja de fábricas para la producción de agrocombustibles”, y muchas han quebrado o funcionan de forma incompleta y esas entidades siguen interesadas en que su consumo se siga fomentando.
Esteban ha insistido en que las medidas sobre el consumo de agrocombustibles “no deben promoverse como una herramienta de lucha contra el cambio climático, ni deben entrar de la mano de objetivos de mercado obligatorios, exenciones fiscales, o subvenciones”.
Exigen a la UE que supervise la sostenibilidad
La organización ecologista también ha manifestado que “ni la Comisión Europea, ni los estados miembros, supervisan el cumplimiento de los requisitos de sostenibilidad exigidos”, y que “no están mirando el impacto socioambiental, traducido en los riesgos para la salud de los trabajadores, o las emisiones por cambios indirectos del uso del territorio”.
Los productores aseguran que sí cumplen los requisitos
Por su parte desde APPA Biocarburantes han recordado que estos combustibles “no pueden seguir pagando las culpas de la incoherencia regulatoria que supone no exigir a otros sectores los mismos requisitos de sostenibilidad que la industria de biocarburantes ya cumple”.
Para APPA Biocarburantes se deberían fijar objetivos obligatorios y crecientes de biocombustibles avanzados complementados con ayudas a la inversión en nuevas plantas e incentivos fiscales que fomenten el consumo de estos carburantes producidos con residuos agrícolas, industriales y urbanos.