La reestructuración de las grandes petroleras abre un periodo de adquisiciones en todos los sectores de su actividad.
www.icnr.es- Carlos Schwartz
CEPSA va camino de convertirse en el buque insignia de IPIC con una creciente presencia internacional
De acuerdo con analistas del sector del petróleo la reestructuración de las grandes petroleras pondrá en el mercado hasta 300.000 millones de dólares en activos para la venta, sobre todo en la actividad de downstream, pero también en upstream sobre todo en inversiones maduras y regiones complejas. Una reciente adquisición en Australia es un claro ejemplo de este proceso. El trader de petróleo más grande del mundo, con sede en Suiza y de capital holandés, Vitol Group SA en una operación conjunta con Abu Dhabi Investment Council, brazo inversor del Gobierno de los Emiratos, adquirieron en 2.600 millones de dólares una refinería de Royal Dutch Shell en Australia. El país es el tercer consumidor mundial de combustibles e importó en 2013 366.000 barriles diarios de crudo con una demanda creciente que se estima que pueda llegar a más de 500.000 barriles diarios en 2020.
Las grandes petroleras en Australia están bajo la presión de la producción de gigantescas refinerías asiáticas que se han convertido en proveedores del país a precios más reducidos que los costes obtenidos en refinerías medianas en el país. Esta semana British Petroleum (BP) ha anunciado que en 2015 cerrará en el país su refinería de la isla de Bulwer con una producción diaria de 102.000 barriles. BP va a conservar las instalaciones para reconvertirlas en plantas de almacenaje de productos importados. Sin embargo el joint venture entre Vitol y ADIC va a aprovechar las sinergias que supone disponer de grandes centros de almacenamiento y márgenes reducidos en el crudo resultado de la actividad de trading que le permitirá competir en precios con las grandes refinerías asiáticas. El paquete de la operación de Vitol implica una refinería de 120.000 barriles diarios, una red de 870 gasolineras y contratos de combustible para las empresas de minería del país. El interés en el mercado asiático de Abu Dhabi se reflejó además en la adquisición por parte de CEPSA de Coastal Energy de Texas con activos en Tailandia y Malasia.
CEPSA está controlada al 100% por International Petroleum Investment Company (IPIC) fondo soberano de Abu Dhabi y por tanto una pieza más en la estrategia de ADIC. Coastal Energy (CE) fue adquirida a través del vehículo de inversión Condor Acquisition y ha sido fusionada con CEPSA.
En Tailandia la empresa tiene el 100% de dos operaciones off shore. En on shore la actividad fundamental es la extracción de gas. En Malasia cuenta con un contrato con Petronas como operador para el desarrollo off shore del agrupamiento conocido como KBM de pozos a 60 metros de profundidad. La compra, incluyendo deuda, es del orden de los 2.200 millones de dólares de acuerdo con fuentes del mercado. La petrolera española ha concentrado su inversión en los últimos dos años en la actividad upstream y ha sumado a sus operaciones tradicionales en América Latina un incremento de la presencia en Argelia donde el año pasado obtuvo nuevos bloques además de adquirir uno de la petrolera estadounidense Hess. De sus movimientos en el último año es perceptible que África y Asia son sus dos objetivos centrales. Da cuenta de ello la adquisición en 2013 de una mayor participación en Medgaz, el gasoducto que trae a la costa española gas argelino. De hecho, CEPSA se ha convertido en un buque insignia de IPIC para adquisiciones en los mercados que considera estratégicos.
BP anunció el año pasado que pondrá a la venta activos por otros 10.000 millones, que se suman a los 38.000 millones que lleva vendidos en los últimos tres años. Las ventas no sólo tienen que ver con los costes del vertido en el Golfo de México, sino con la necesidad de generar un volumen mayor de beneficios para hacer frente a la presión de los accionistas de la sociedad. Por su parte Shell ha anunciado la venta de activos por 15.000 millones de dólares en los próximos dos años. La reestructuración de las grandes petroleras consiste en esencia en reforzar los recursos que se vuelcan a la prospección y extracción a expensas del refino y la comercialización. El proceso está estrechamente vinculado a la aparición de las grandes refinerías asiáticas y al surgimiento de petroleras locales en países productores dispuestas a la comercialización y refino.
La consecuencia ha sido un proceso de venta de activos en el sector denominado downstream que va del refino a la comercialización. Repsol ha participado en este proceso definiendo como actividad estratégica a la prospección y extracción aunque alguno de los procesos de venta, como la refinería y su red de gasolineras en Perú, ha debido suspenderse por motivos políticos.
Es previsible que los grandes traders de materias primas y petróleo como Vitol Group y su competidor Trafigura Beheer, también holandés, sigan incrementando su presencia en las áreas de midstream -transporte y almacenamiento- y downstream en la industria petrolera. El año pasado Trafigura hizo inversiones por 800 millones de dólares también en Australia para asegurarse capacidad de almacenamiento y gasolineras. La lógica de la presencia de los grandes de las materias primas en refinerías, capacidad de almacenamiento y oleoductos está relacionado con la posibilidad de mantener una red capaz de brindar volumen creciente de productos para compensar los bajos márgenes de la industria. Australia, como la mayor parte de Asia, son mercados en los cuales no ha caído la demanda de combustibles a diferencia de Europa.
Vitol invirtió 1.000 millones de dólares en 2011 en la compra de una red de gasolineras de Shell en África, y en 2012 adquirió la refinería suiza de Cressier al grupo en quiebra Petroplus. El año pasado compró la refinería de Bayernoil en Alemania. Los analistas señalan que la actividad de las empresas de materias primas seguirá siendo uno de los ejes de oportunidad para los fondos soberanos que se han convertido, como en el caso de Australia, en aliados indispensables para asaltar objetivos de gran escala. Esta situación del mercado hace prever que IPIC y ADIC se involucren aun más en este tipo de joint ventures al mismo tiempo que apoyen la adquisición internacional de reservas por parte de CEPSA.