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Las tarifas para el transporte de gas licuado se disparan y la dimensión futura de la flota es clave.

Carlos Schwartz

El crecimiento del mercado para el GNL está directamente relacionado con su flexibilidad y disponibilidad

Las tarifas para el transporte de gas natural licuado se han disparado en meses recientes alcanzando máximos históricos. El desarrollo del mercado spot y el mercado por contratos de largo plazo para el GNL ha crecido de forma acelerada en los últimos años, en la medida que la oferta de esta forma de energía se hacía cada vez más abundante, en particular por la explotación del gas no convencional en Estados Unidos. El incremento de la demanda mientras tanto se ha visto acelerado por la incorporación de China y otras naciones emergentes de Asia a su consumo.

La gran virtud del GNL es su elasticidad desde el punto de vista de la oferta, y su capacidad por lo tanto de acudir en ayuda de mercados en los que haya una escasez coyuntural. Esta demanda no va en detrimento de la otra más estructural y planificada, sino que se complementan. Pero la condición para que el comercio internacional sea fluido y la elasticidad que lo caracteriza se mantenga es que haya suficientes medios de transporte para mantener en marcha el abastecimiento de los mercados nacionales. De acuerdo con estimaciones del broker Clarksons el precio spot actual de un barco para el transporte de GNL es del orden de los 170.000 dólares diarios. Este precio se registra a pesar de que a lo largo de este año está prevista la entrada en servicio de un número significativo de nuevos buques que se sumarán a la flota ya existente.

De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (AIE) con sede en París “El insuficiente suministro a China el invierno pasado, que envió ondas expansivas alrededor de todo el mundo, ha subrayado el papel del GNL para reforzar la seguridad y la flexibilidad de suministro del gas.

En Europa la respuesta a una serie de episodios ocasionados por sucesivas olas de frío, y la suspensión imprevista de suministro, también han puesto de relieve el éxito de la integración de suministros y las medidas de emergencia de la política energética”. De acuerdo con este análisis, pese a que se han registrado importantes mejoras en la flexibilidad del GNL, que pueden contribuir a aliviar las tensiones en el suministro, se mantienen las incertidumbres para la evolución futura de los mercados del gas. Esto incluye la posibilidad de que la inversión en la producción e infraestructuras del gas sea insuficiente y que la existencia de barcos para el transporte  de GNL no se acople a las necesidades crecientes del comercio de este combustible. Tanto la producción como el transporte son esenciales a la flexibilidad del suministro y el papel del gas.

Las tarifas para el transporte marítimo del gas están más altas este mes que tras el accidente nuclear de la central de Fukushima en Japón en 2011, de acuerdo con fuentes del mercado. Mientras, señalan los analistas, pese la incorporación de nuevas unidades de producción a lo largo del próximo año nadie espera que las tarifas bajen. Algunos expertos en el mercado temen que la limitada disponibilidad de capacidad de transporte marítimo para el GNL ocasione una escasez de bodega que podría entorpecer el flujo de gas en los mercados internacionales. 

De acuerdo con la AIE una bajo volumen de inversión en la flota para el transporte del gas puede afectar al desarrollo del mercado de forma más aguda que la insuficiencia de infraestructuras para su licuefacción. De acuerdo con la Agencia tras un periodo de crecimiento entre 2018 y 2020 la flota no registrará aumento entre 2021 y 2022 a menos que se presenten nuevas órdenes para la construcción de buques. Las órdenes para la construcción de buques para el transporte de gas licuado a mediados de 2018 totalizaban 104 unidades nuevas, lo que representa un 29% de la capacidad total de la flota. 

La mayor parte de las naves en construcción tienen una fecha prevista de entrega en 2018 o 2019, además de entregas retrasadas que se harían efectivas en esos años. La construcción de este tipo de barcos también llamados metaneros es de entre dos y tres años y las órdenes que están en construcción fueron encargadas en 2015, cuando el mercado aun tenía tensiones de oferta y altos precios. La ausencia de entregas por parte de los astilleros a partir de 2020 supone que la capacidad de la flota este dispuesta en un 90% en el 2020 y en más del 100% en el 2023, señala la AIE que afirma: “Podemos considerar que las tensiones en el mercado del flete marítimo para el gas natural van a aflorar a partir del 2020”. 

En la medida que las exportaciones de GNL de Estados Unidos seguirán creciendo hasta fines del 2020 la demanda de capacidad marítima para el transporte de gas licuado seguirá creciendo, de acuerdo con el servicio de información del sector de la energía Platts. Los operadores del mercado de carga marítima, y los ejecutivos de las navieras que tienen flota de metaneros, consideran que la capacidad de transporte se mantendrá en niveles suficientes como para atender a las necesidades del mercado, pero el resultado será un incremento de precios, algo que las navieras no ven con malos ojos. 

De acuerdo con un ejecutivo de Gas Log, una de las grandes navieras con cargueros para el gas licuado, “la reducción de la capacidad ociosa en barcos metaneros va a tensar al mercado del flete, pero esto no es lo mismo que afirmar que el mercado no estará en condiciones de mover los volúmenes necesarios de gas licuado”. Para la AIE la flexibilidad de suministro sigue siendo un requisito previo clave para asegurar el desarrollo del comercio del gas y su seguridad. 

No obstante. las prioridades en materia de flexibilidad difieren entre los compradores tradicionales de largo plazo que aspiran a la eliminación de las cláusulas de destino y los nuevos compradores emergentes cuya prioridad se centra en asegurarse suministro a corto plazo, habitualmente para ejecución inmediata. “La flexibilidad del gas natural ha evolucionado con el desarrollo de los mercados secundarios, con un énfasis en el papel de los operadores de portafolio”, señala la AIE. Los operadores de portafolio son las empresas que establecen terminales de gas próximas a distintos mercados a nivel global y almacenan cantidades de gas sobre la base de sus previsiones de la demanda de los clientes a los que surten.

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Categoría: Renovables